Participé en la mejora del flujo de pago online para usuarios que compran desde el extranjero. Me enfoqué en entender qué factores influencian su elección de moneda al momento de pagar. Para ello, ejecuté un proceso de investigación cualitativa que incluyó entrevistas y pruebas de usabilidad.
Diseñé nuevas propuestas de interfaz centradas en simplificar la toma de decisión, reducir fricciones cognitivas y fortalecer la percepción de seguridad. Las soluciones fueron validadas con usuarios y revisadas internamente para garantizar su viabilidad técnica y cumplimiento regulatorio.
Me encargué de mejorar la experiencia de pago de usuarios que compran desde el extranjero, enfocándome en el momento en que deben elegir la moneda con la que completarán su transacción. El reto consistía en entender qué factores influyen en esa decisión y cómo podíamos acompañarla desde el diseño con una interfaz más clara, confiable y sin fricciones.
Lideré un estudio cualitativo que combinó entrevistas a profundidad con pruebas de usabilidad remotas, centradas en el flujo actual de pago. Trabajé con una muestra segmentada de usuarios que compraban desde fuera del país, variando en frecuencia y familiaridad con plataformas de eCommerce, para obtener una visión diversa y representativa.
Los usuarios priorizan ver el monto en su moneda conocida antes de tomar una decisión de pago.
Términos poco claros o técnicos generan dudas, especialmente en usuarios con menor familiaridad financiera.
Los usuarios valoran explicaciones claras y contextuales, pero evitan leer textos largos o banners irrelevantes.
Los usuarios asociaban una mejor experiencia visual con confianza, lo cual es fundamental en procesos que implican datos sensibles.
Diseñé opciones de flujos prototipados en Figma y validados con usuarios y equipos internos, incluyendo Compliance, para asegurar su viabilidad y cumplimiento normativo. Con base en los hallazgos y el feedback interno, este fue el flujo final elegido: